El hurto a personas, viviendas, oficinas e incluso planteles educativos se ha convertido en una preocupación constante para la comunidad de Aguachica. Los delincuentes, muchos de ellos armados con cuchillos y puñales, han sembrado el miedo y la inseguridad en el municipio, intimidando a la ciudadanía para despojarlas de sus pertenencias.
Estos actos delictivos han azotado a la población y requieren de una intervención más contundente para reducir los alarmantes índices de criminalidad que afectan a la segunda ciudad del Cesar. La comunidad clama por acciones inmediatas que garanticen su seguridad y tranquilidad.
De acuerdo a lo mencionado por el secretario de Gobierno, Isaac Holguín, las acciones policiales han permitido una mayor respuesta a algunos casos delictivos, llevando a las autoridades competentes los responsables de estos, pero es allí donde se está fallando, pues las consideraciones que se dan, es que son delitos de mínima cuantía.
Esto hace crucial que la fiscalía regional tome medidas contundentes contra los delincuentes. Resulta frustrante para las autoridades y la comunidad en general realizar esfuerzos de captura, solo para ver cómo estos criminales vuelven a las calles en un plazo de tres o cinco días, perpetuando su accionar delictivo.
La impunidad no puede prevalecer en Aguachica. Se requiere de una mayor contundencia en el sistema judicial para asegurar que los delincuentes enfrenten las consecuencias legales de sus actos. Sin embargo, se invita a la ciudadanía a no bajar la guardia y seguir informando y denunciando a los delincuentes del municipio.
