REFLEXIONES
Esta semana estuvo más llena de reflexiones que de acciones reflexivas. Facebook, Twitter, Instagram, Tick Tock, WhatsApp… todas las redes sociales se volcaron a pedir que la gente se abstraiga, llene su pensamiento de recogimiento, reflexión y oración; de perdón, respeto, paciencia, tolerancia y resiliencia.
Uno pensaría que quien invita a reflexionar lo hace desde la práctica de su reflexión. Pero no.
En las esquinas, parques y otros lugares públicos y privados, así como en las redes sociales, en periódicos, revistas, noticieros radiales y televisivos y en alocuciones, muchos se la pasan haciendo y recomendando con su mal ejemplo todo lo contrario de lo que predicaron.
Colombia es un país de población creyente pero poco practicante. Si lo fuera, este pedazo de cielo policromático sería más decente.
La mayoría de nuestros mandatarios nacionales y locales, verbi gratia, se altoproclaman creyentes, pero más pareciera que utilizan las creencias religiosas de su electorado, incluso, para conseguir logros non sanctum.
Como la reflexión es un proceso de pensamiento, búsqueda de razones y explicaciones, meditación de causas y efectos de los actos personales y sociales, me parece que si las reflexiones mentales no se tornan en acciones reflexivas no valen la pena y tal vez sean una pérdida de tiempo.
Una muy conocida teoría del conocimiento enseña que la práctica sin teoría es andar a tientas y que la teoría sín la práctica no deja de ser charlatanería.
Así que menos reflexiones de palabrería y muchas más prácticas reflexivas.
PRIMER RECREO: El día en que el parque de nuestra señora del Carmen se convierta en la plaza de mercado que es el del san Roque, ese día los asistentes al culto de dicho templo buscarán otro templo dónde practicar con tranquilidad y recogimiento sus ritos religiosos. SEGUNDO RECREO: Río de Oro desde hace rato nos está enseñando como realizar actos que traigan turistas y eleven el nivel cultural de la población. La presentación de la Coral de Pamplona en esta Semana Mayor habla por sí sola de lo que afirmo.
