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Rob Dawson, corresponsal
MANCHESTER, Inglaterra – Scott McTominay encontró una respuesta para el Manchester United contra Brentford el sábado, pero las preguntas aumentan para el técnico Erik ten Hag.
McTominay entró en el minuto 87 con el United perdiendo 1-0 y anotó en los minutos 93 y 97 para asegurar una victoria por 2-1 y volar el techo de Old Trafford. Ten Hag golpeó el aire y McTominay cayó de rodillas mientras el United les daba a los fanáticos uno de sus famosos gestos tardíos y el estadio se sumía en el caos.
Ten Hag, sin duda, disfrutará viendo los minutos finales cuando venga a analizar el partido en su oficina de Carrington la próxima semana, pero los otros 90 podrían hacerle estremecerse.
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Esto fue como la derrota en casa por 1-0 ante Crystal Palace hace una semana, excepto que Palace logró sobrevivir a la presión tardía del United y esta vez Brentford colapsó. Nadie sabe por qué Bryan Mbeumo decidió tocar intencionalmente el balón con el marcador 1-1 y darle a Bruno Fernandes la oportunidad de lanzar un tiro libre largo al área para el gol ganador de McTominay en el último suspiro.
Ten Hag no se quejará. A juzgar por esta actuación, necesita toda la ayuda que pueda conseguir. Apenas unos minutos antes del milagroso cambio de rumbo, los fanáticos del Brentford habían estado cantando: “Te van a despedir por la mañana”.
“Tiene que ser un punto de inflexión, pero también un reinicio, porque tenemos que llegar a niveles más altos”, dijo Ten Hag después del partido. “El espíritu es bueno, la fe es buena y el equipo está unido. Lo hemos demostrado, hemos mostrado un carácter fuerte. Puede ser un punto de inflexión, pero depende de nosotros.
“Tuvimos algunas oportunidades y luego la misma historia otra vez, concedimos un gol en un momento decisivo, una decisión totalmente equivocada. Dos o tres jugadores. Empezamos y no estábamos en formación, una pérdida fácil y resume nuestra temporada. Con estas concesiones tan fáciles te castigan en el fútbol de alto nivel. Tenemos jugadores demasiado buenos para actuar así”.
Por sexta vez en 11 partidos esta temporada, United concedió el primer gol gracias a una defensa tan mala que parecía sacada de un elaborado sketch cómico.
Primero, Casemiro regaló el balón innecesariamente en el centro del campo y luego falló su entrada para recuperarlo. Victor Lindelöf, que parecía incómodo como lateral izquierdo improvisado junto a una pareja de centrales formada por Harry Maguire y Jonny Evans, falló su despeje en el penalti. Cuando finalmente llegó el débil disparo de Mathias Jensen, se estrelló bajo la mano derecha de André Onana.
Las cosas se pusieron tan mal que, a mitad de la primera parte, Onana dejó de intentar jugar desde atrás y en su lugar empezó a lanzar balones largos hacia Rasmus Højlund. El delantero danés, fuerte y agresivo como delantero centro, fue el único jugador del United que salió de la primera parte con algún crédito y en el descanso Ten Hag decidió que ya había visto suficiente de Casemiro y trajo a Christian Eriksen en su lugar.
“Estos partidos dan combustible al vestuario”, dijo Ten Hag. “Saben hasta dónde tienen que llegar para obtener resultados. No puede ser fácil. En el fútbol es comer o ser comido. Demasiadas veces en la primera mitad de esta temporada fuimos devorados por oponentes que tenían más hambre. “Esto no puede ser. Tiene que desaparecer. Cada jugador tiene que entregar eso en cada segundo que está en el campo. Esa es la exigencia, el estándar, cuando haces lo que vimos la temporada pasada obtienes un equipo decidido”. No siempre estuvimos decididos en todos los partidos y te golpean por ello. Esto tiene que cambiar”.
Casemiro parece una sombra del jugador que fue tan influyente la temporada pasada, pero no está solo en su lucha por encontrar algo de forma. Por tercer partido consecutivo, Marcus Rashford fue sustituido temprano.
Al igual que durante la derrota ante Palace, el delantero inglés fue sacrificado a mitad de la segunda mitad a pesar de que el United necesitaba desesperadamente un gol. Esta vez fue reemplazado después de 63 minutos después de haber realizado solo un esfuerzo significativo, cuando Thomas Strakosha, que hacía su debut en la Premier League como portero, se agachó para salvar en su primer palo.
Rashford fue el mejor jugador ofensivo del United la temporada pasada, anotando 30 goles en todas las competiciones, pero está llegando al punto en que hay pocos argumentos para mantenerlo en el equipo a expensas de Alejandro Garnacho.
También habrá más preguntas sobre el lugar de Onana después de que el portero camerunés concediera otro gol que debería haber detenido. Después de contribuir a la tarjeta roja de Casemiro ante el Galatasaray con un horrible pase al centro del campo, tuvo la culpa del gol del Brentford que acercó a los visitantes a su primera victoria en Old Trafford desde 1937.
A primera vista parecía que el tiro de Jensen se había ido a la esquina, pero las repeticiones mostraron que Onana había intentado alejar el balón con su mano derecha y lo hizo terriblemente mal. Se redimió ligeramente con dos buenas paradas al final, pero al internacional turco Altay Bayindir (fichado procedente del Fenerbahce durante el verano) se le perdonaría sentarse en el banquillo pensando qué tiene que pasar para que él tenga una oportunidad.
McTominay, que solo ha sido titular en dos partidos esta temporada, ha hecho todo lo posible para asegurarse de tener una oportunidad cuando el United se reanude después del parón internacional con un viaje a Sheffield United. Mientras tanto, Ten Hag tiene dos semanas para reflexionar si el dramático final contra Brentford es una señal de mejores días por venir o un breve respiro de la tormenta persistente.
