Para muchos, las lluvias terminan siendo un alivio cuando la temperatura permanece alta por varios días, sin embargo, para otros significa zozobra, especialmente para quienes residen en puntos de riesgo. Afortunadamente, existen zonas, especialmente las céntricas, donde se encuentran instalados sistemas de desagüe que permiten que las aguas no se represen e inunden viviendas y establecimientos comerciales.
Durante los días de calor, muchos acuden a comprar bolsas o botellas de agua o los tradicionales jugos naturales cargados de buen hielo, pero lo que pocos hacen es guardar el vaso o la bolsa hasta encontrar un punto en el cual dejar la basura. El tirarlos sobre las calles o dejarlos enredados en ramas de los árboles resulta más fácil, con la excusa de que la ciudad cuenta con el servicio de barrido.
Durante las lluvias de este martes, las rejillas de la carrera 15 con quinta y la calle primera con carrera octava se vieron taponadas por la cantidad de residuos, aunque es normal que en ellas haya vegetación que cae por la fuerza de las gotas, sorprende el número de plásticos que allí quedaron.
Aunque es fácil señalar y echar culpas a los demás, es importante que nos apropiemos de las problemáticas y entendamos que un pequeño gesto significa mucho.