Y ante el gran nubarrón que se alzó en el cielo la tarde de este miércoles, los aguachiquenses en algunas de las zonas críticas iniciaron sus plegarias para no verse afectados por las fuertes lluvias que auguraba el cielo oscuro, mientras otros se alegraron porque llegaría la tregua a las altas temperaturas.
Entre quienes oraban porque las precipitaciones fuesen suaves, estaban los habitantes que residen a orillas del caño El Cristo que aumenta su caudal durante estas jornadas y ven cómo con él, disminuyen las laderas y quedan más expuestas sus viviendas al caudal.
Para quienes ya se encuentran al borde del precipicio, la urgencia ha sido mayor y ante la no respuesta de las autoridades, han decidido con recursos propios comprar materiales como llantas, alambre de púas y escombros, para empezar a construir entre ellos un muro de contención o lo que serían unos gaviones improvisados, para evitar que la tierra siga cediendo al paso de la microcuenca y sus crecientes.
Con la ayuda de vecinos, juntos se han puesto en la tarea y, como si fuesen ingenieros, se han apoyado mutuamente para mitigar esta situación. Así mismo, esperan que las autoridades puedan agilizar la documentación para que la tortura y zozobra con la que duermen a diario, por fin termine.
Escuchemos lo mencionado por una habitante de este sector ???