Las instituciones educativas del municipio se han visto perjudicadas por una serie de robos debido a la falta de vigilancia en los planteles. Durante este primer semestre, la institución educativa San Miguel ha sido especialmente vulnerable frente a los reiterados actos vandálicos.
La primera sede en sufrir el robo de tuberías de cobre del sistema de aire acondicionado de la sala de informática fue la sede Melvin Jones. Pocos días después, la sede José Andrés Padilla Cabarcas, ubicada en el barrio Cordillera, también fue víctima de un robo similar en el sistema de aire acondicionado del salón de preescolar, dejando a todos los niños sin este recurso durante las dos jornadas.
Ante la constante situación de hurto en la sede José Andrés Padilla Cabarcas, los directivos tomaron medidas y lograron registrar a una persona que causó daños en la institución. Por otro lado, gracias a la información proporcionada por los vecinos del sector, se pudo alertar a la policía nacional sobre el ingreso de un ladrón a la escuela, evitando así que se llevara los elementos del colegio. La comunidad ha estado activamente involucrada en la protección del plantel educativo.
Según el análisis del video de seguridad de la sede José Andrés Padilla Cabarcas, se sospecha que el ladrón podría ser un habitante de calle con problemas de adicción. Además, parece operar con otras personas ubicadas fuera del establecimiento, quienes le indican cómo proceder.
Ante esta preocupante situación, los rectores de las diferentes instituciones del municipio han estado en constante comunicación con la Secretaría de Educación municipal y Departamental, buscando soluciones para abordar esta problemática, pero hasta el momento ha sido infructuoso dejando expuestos los bienes de los planteles a los amigos de lo ajeno, afectando de alguna u otra manera a los menores que merecen una educación de calidad.
