Los ucranianos han tenido poco que celebrar a medida que se acerca el segundo aniversario de la invasión rusa, pero los continuos éxitos en el Mar Negro son un punto brillante sorprendente.
La semana pasada, la Inteligencia de Defensa de Ucrania anunció que había atacado y destruido un gran barco de desembarco de la flota rusa del Mar Negro –el Caesar Kunikov– con drones marítimos frente a la costa de Crimea.
Ucrania prácticamente no tiene armada propia, pero la innovación tecnológica, la audacia y la incompetencia rusa le han dado ventaja en gran parte del Mar Negro.
Ya ha destruido o inutilizado más de 20 buques de guerra rusos en la región, un tercio de la flota total de Rusia en el Mar Negro.
Esto ha asegurado un corredor marítimo que permite a Ucrania exportar gran parte de sus cereales y otros productos desde puertos como Odesa, una bendición económica en un momento en que la economía ha sido golpeada por el conflicto.
Recordar: En julio del año pasado, Rusia abandonó la Iniciativa del Mar Negro mediada por la ONU, que había permitido a Ucrania pasar con seguridad para enviar 31,5 millones de toneladas de cereales y otros productos alimenticios desde sus puertos a los mercados mundiales. El acuerdo había durado poco menos de un año.
En lugar de retirarse, los ucranianos declararon un “Corredor Humanitario del Mar Negro” unilateral para el transporte marítimo mercante e intensificaron el uso de drones marítimos y ataques con misiles contra la flota rusa del Mar Negro. El corredor bordea la costa ucraniana antes de llegar a las aguas de dos estados de la OTAN, Rumania y Bulgaria.
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