En mi conversación con mi nieto Pablo sobre economía amables lectores, en esta oportunidad les comentaremos sobre ¿Quiénes son los Hutíes y por qué fueron atacados por Estados Unidos y Reino Unido?
¿Quiénes son los Hutíes?
Son rebeldes que tomaron el control de la capital de Yemen, Saná, en 2014, iniciando una guerra civil que continúa hasta hoy. Pertenecientes a un clan originario de la provincia de Saada, en el noroeste de Yemen, los Hutíes son seguidores de la Rama Zaidí del Islam Chií, que representa aproximadamente 25% de la población del país. Tras la unificación de Yemen del Norte y Yemen del Sur en 1990, los Hutíes protagonizaron una serie de rebeliones antes de tomar con éxito la capital en 2014. Los Hutíes son antioccidentales y antiisraelíes.
Los analistas afirman que los Hutíes reciben entrenamiento, conocimientos técnicos y armas cada vez más sofisticadas -incluidos drones y misiles balísticos y de crucero- de Irán y de su aliado libanés, Hezbolá, un grupo militante Chií.
Los Hutíes de Yemen han entrado de lleno en la guerra entre Israel y Hamás, que se libra a más de 1.600 kilómetros de Saná, con ataques con drones y misiles contra Israel, lo que ponen de relieve los riesgos regionales del conflicto.
De otra parte, destacamos la importancia del estrecho de Mandeb, la zona donde atacan barcos en el mar Rojo. El estrecho es foco de los ataques armados de rebeldes Hutíes a embarcaciones en una de las rutas más concurridas del comercio internacional.
No es coincidencia que su nombre, Bab el Mandeb, signifique en árabe “la puerta de las lágrimas” o “la puerta del dolor”.
Este alude a los peligros -desde corrientes y vientos hasta piratería y conflictos- que durante milenios han aguardado a los navegantes que transitan por la entrada al mar Rojo desde el océano Índico entre Yemen, Yibuti y Eritrea.
Como respuesta, EE.UU. y Reino Unido bombardearon varias zonas controladas por los Hutíes, insurgentes islamistas radicales de mayoría Chiíta que luchan por hacerse con el poder en la guerra civil en curso en Yemen.
Pero, ¿abuelo cómo es este lugar y cuál es su importancia comercial y geopolítica?
Primero, vamos a repasar la historia de este importante corredor marítimo. Con 115 kilómetros de longitud, el estrecho de Bab el Mandeb conecta el mar Rojo con el golfo de Adén.
Tiene 36 kilómetros de ancho en su parte más angosta, donde se encuentra la isla de Perim, que divide al estrecho en dos canales con corrientes opuestas.
Esta franja de agua ha ocupado un lugar crucial en el comercio, la cultura y también en los conflictos durante gran parte de la historia de la civilización humana.
Ya desde el antiguo Egipto se reconocía su valor comercial con expediciones en busca de preciados bienes como incienso, oro y animales exóticos, mientras los romanos dependían de este pasaje para comerciar con la India y Oriente.
Y a partir de la Edad Media, el estrecho de Bab el Mandeb se consolidó como una importante ruta de comercio de especias, textiles y otros productos, enriqueciendo a los imperios de la época y más tarde a las potencias europeas como Portugal, España y más tarde el Imperio británico en sus trayectos hacia la India y las Indias Orientales.
Sin embargo, fue la apertura del Canal de Suez en 1869 lo que convirtió a Bab el Mandeb en un paso imprescindible para completar la ruta marítima más corta entre Europa y Asia.
La importancia geopolítica del estrecho de Mandeb se ha puesto de manifiesto debido a su proximidad a zonas de conflicto como Yemen, país inmerso en una guerra civil.
Estos conflictos, unidos a las actividades de los piratas en la región, explican la presencia militar de las potencias mundiales, sobre todo Estados Unidos, y sus contundentes respuestas ante acciones que pongan en peligro el tráfico marítimo en la zona.
El futuro del petróleo
Algunas navieras han manifestado la suspensión del paso por el Mar Rojo, implica dar una vuelta mucho más larga, traducido en mayores costos y fletes más caros.
Si las tensiones militares continúan, el precio del petróleo por barril podría alcanzar US$100 y afectar la lucha que el mundo ha librado contra la inflación en el último año y medio.
Entre los miles de millones de toneladas de carga que atraviesan esta ruta, cada día pasan unos 4,5 millones de barriles de petróleo con origen en los países de Oriente Medio y Asia y destino a Occidente, según la Administración de Información de Energía de Estados Unidos.
Además, el 8% de los cargamentos mundiales de gas natural licuado (GNL) transitaron el año pasado por este estrecho, por lo que es una arteria vital para el suministro mundial de energía.
De hecho, los incidentes en Bab el Mandeb tienen efectos inmediatos en los precios mundiales de estos vitales recursos.
Y, más allá del crudo y el gas, el estrecho de Mandeb forma parte de la principal ruta entre Oriente y Occidente, con varias decenas de cargueros atravesando sus aguas cada día.
Muchos de ellos también decidieron desviar sus trayectos entre el océano Índico y Occidente a través de la mucho más larga ruta alrededor del Cabo de Buena Esperanza en el extremo sur de África,
Esta añade miles de kilómetros a los viajes, aumentando los costos y retrasando las entregas de componentes vitales para la cadena de fabricación de productos y de bienes de consumo.