La Corte Internacional de Justicia (CIJ) está compuesta por 15 jueces, cada uno de los cuales cumple mandatos de nueve años. Ahora son responsables de dictar sentencia sobre el caso de Sudáfrica que alega genocidio por parte de Israel en Gaza, uno de los fallos más seguidos por el tribunal en años.
Los jueces actuales son de Estados Unidos, Rusia, China, Eslovaquia, Marruecos, Líbano, India, Francia, Somalia, Jamaica, Japón, Alemania, Australia, Uganda y Brasil. Cada tres años se eligen cinco escaños, sin límite de mandatos consecutivos.
Además de los 15 jueces permanentes, las partes pueden nombrar jueces ad hoc en casos contenciosos entre dos Estados (en este caso, Israel y Sudáfrica), lo que eleva el número de jueces en el caso a 17.
Sudáfrica nombró a Dikgang Moseneke, ex vicepresidente del Tribunal Supremo del país, e Israel nombró a Aharon Barak, ex presidente de la Corte Suprema del país.
Eliav Lieblich, profesor de derecho internacional en la Universidad de Tel Aviv, dijo a CNN a principios de este mes que el caso es importante desde el punto de vista político y jurídico. «Una acusación de genocidio es la acusación legal internacional más grave que se puede hacer contra un Estado», dijo.
Lieblich añadió que duda que Israel cese los combates por completo si el tribunal emitiera una orden judicial sobre la guerra. En cambio, podría atacar la legitimidad del tribunal y sus jueces, “considerando que algunos de ellos provienen de estados que no reconocen a Israel”. También importaría si la decisión es unánime, añadió.