El reconocido sector de los agáchate en Aguachica, ubicado en la calle quinta con carrera octava, es uno de los principales puntos de comercio de la ciudad en cuanto a prendas de vestir, pues allí es fácil encontrar ropa y calzado a buen precio para toda la familia. Pero con el pasar del tiempo se ha incrementado el número de vendedores ambulantes en el lugar y ni el recién remodelado espacio del “Madrugón” ha dado abasto con tantas personas que buscan generar ingresos, que ya se han tomado de forma permanente las instalaciones del llamado parque del Número Uno.
Esta situación ha hecho que los comerciantes, realicen adecuaciones en el lugar como la instalación de plásticos y poli sombras para proteger sus productos del sol y de las lluvias, generando a su vez comodidad a los compradores, pero esta situación que para algunos es beneficioso, ha venido generando inconvenientes para el plantel educativo que allí colinda.
Una de las mayores problemáticas que preocupa a padres de familia y educadores, es el hecho de que, al ser colocados los plásticos para proteger del sol, tapan por completo las luminarias del lugar, haciendo que en horas de la noche cuando los estudiantes salen de recibir sus clases lo hagan en total oscuridad y con algunas dificultades, pues son demasiados los puestos de ventas allí colocados que obstaculizan el paso.
Posterior a la salida de los niños y niñas, y al quedar totalmente vacío el parque, la oscuridad del mismo atrae a distintas personas que aprovechan las penumbras para hacer y deshacer. Docentes y transeúntes, han sido testigos de consumidores de drogas, de personas que tienen relaciones sexuales, habitantes de calle que duermen y hacen sus necesidades en el lugar, generando diversos inconvenientes para quienes reciben sus clases a diario en los salones que colindan en el exterior.
A pesar de hacer el intento de adecuar el espacio público, de forma tal que todos salgan beneficiados, el coordinador de la Institución, Henrry Gómez, ha sido señalado de querer dañar el espacio para los vendedores, pero ha sido tal el abandono de la administración municipal, encargada del mantenimiento del mismo y de la empresa Veolia, encargada del aseo, que al hacer un recorrido por la zona externa del colegio, es imposible no notar basuras, malos olores y el crecimiento descontrolado de algunos árboles.
La comunidad educativa solicita a las entidades correspondientes la atención inmediata en este sector, para mitigar las distintas problemáticas que allí se presentan, así como la comprensión de los vendedores que permitan llegar a un acuerdo que beneficie a ambas partes y también, el apoyo a la Policía Nacional para mejorar la seguridad en dicho parque durante la noche.
Escuchemos la denuncia del docente Henrry Gómez Albernia, coordinador de la Institución Número Uno?.