El pequeño Estado de Qatar, en el Golfo Pérsico, vuelve a ocupar el centro de la diplomacia mundial. Esta vez, por sus esfuerzos para mediar en acuerdos para liberar a los rehenes tomados por Hamás durante sus ataques del 7 de octubre en Israel, a cambio de prisioneros palestinos retenidos por Israel.
¿Cómo media Qatar en las negociaciones?
Qatar se encuentra en una posición diplomática delicada. Ha mantenido una relación con Hamás y al mismo tiempo es uno de los aliados más cercanos de Estados Unidos en la región.
También ha mantenido contactos clandestinos con Israel.
En 2012, Qatar permitió que Hamás, respaldado por Irán, estableciera una oficina política en la capital, Doha, que sigue operativa. Eso ha convertido a Qatar en un importante mediador con Hamás durante sus conflictos con Israel.
El país también paga salarios al sector público en Gaza, parte de un estipendio de 30 millones de dólares mensuales para las familias y combustible para la electricidad, según Reuters.
Al mismo tiempo, ha mantenido estrechas relaciones con los países occidentales, convirtiéndose en un proveedor de energía cada vez más importante como uno de los mayores productores de gas del mundo y un importante comprador de armas de Estados Unidos.
Doha fue una de las primeras naciones árabes del Golfo en establecer relaciones diplomáticas con Israel en 1996, rompiendo un tabú de larga data en la región. Rompió lazos después de que Israel invadiera Gaza en 2009.
¿La relación de Qatar con Hamás afecta su papel negociador?
Algunos expertos advierten que sí, podría convertirse en un pasivo.
«La relación (de Qatar) con Hamas ha sido un componente clave de la estrategia de mediación», dijo Andreas Krieg, profesor asociado del King’s College de Londres que se especializa en los estados del Golfo.
«Es un lugar donde Qatar tiene el monopolio de esa relación, tiene el monopolio de ese conflicto porque puede hablar con ambas partes de una manera que ningún otro actor en el mundo puede hacerlo».
Krieg dijo que, en privado, muchos qataríes tienen sus propias reservas sobre Hamás, y que la relación de Qatar con Hamás probablemente «necesita un poco de revisión de la realidad».
El Washington Post informó en octubre que Estados Unidos y Qatar habían “acordado revisar” la asociación de Doha con Hamas después de que se resuelva la crisis de los rehenes, citando a cuatro diplomáticos familiarizados con las discusiones.
Krieg dijo que es poco probable que Qatar expulse a Hamás, pero es probable que se disocie del grupo, como lo hizo con los talibanes, que también tenían una oficina en Doha, la capital de Qatar.
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