El comediante que marcó un legado de humor y crítica social en una época de turbulencia
Especial para JOANPA.COM
13 de agosto de 2023
Los años 90 fueron un período tumultuoso en la historia de Colombia, caracterizado por la violencia, la transición en el narcotráfico y los intentos de paz con las FARC. En medio de este panorama, el 13 de agosto de 1999, el país perdió a una de sus voces más influyentes y carismáticas, Jaime Garzón, conocido como la “Sonrisa de Colombia”. A los 38 años, su vida fue truncada en un acto violento que dejó una profunda huella en la sociedad.
Jaime Hernando Garzón Forero, nacido el 24 de octubre en Bogotá, pasó su infancia en diferentes instituciones educativas de la ciudad, incluso siendo expulsado en algunas ocasiones. Aunque emprendió varias carreras universitarias, solo logró graduarse en Derecho, aunque fue su hermana Marisol Garzón quien recibió el diploma en un grado póstumo en su nombre.
“Éramos varios primos quienes nos gozábamos ese viaje”, recuerda Marisol Garzón sobre los días en que compartían momentos de alegría en su juventud, a pesar de las dificultades que enfrentaba Jaime.
Antes de convertirse en un ícono de la comedia, Garzón tuvo un paso por la política. En 1988, fue seleccionado como alcalde menor de la localidad de Sumapaz en Bogotá. Su mandato se destacó por mejoras en infraestructura y pavimentación de calles, pero también lo llevó a enfrentar acusaciones, incluida la de haber montado un prostíbulo en la zona. A pesar de ello, su legado en Sumapaz dejó una impresión positiva en los residentes.
El salto a la fama de Garzón ocurrió con su participación en el programa de televisión “Zoociedad”, donde utilizó la sátira política para comentar la realidad del país en una época marcada por la violencia del narcotráfico. Su estilo franco y sin filtros lo llevó a ganar notoriedad, así como también a especulaciones sobre su vida personal, incluida una supuesta relación con su compañera de programa, Elvia Lucía Dávila.
Sin embargo, fue con la llegada de “Quac El Noticiero” que Garzón elevó aún más su popularidad. En este programa, presentaba una galería de personajes memorables que se convirtieron en parte del imaginario colectivo de Colombia. Nombres como Néstor Elí y Godofredo Cínico Caspa dejaron una marca imborrable en la comedia colombiana.
El estilo incómodo pero cautivador de Garzón lo convirtió en una voz representativa de los colombianos, y sus críticas satíricas no solo apuntaban a los políticos, sino también a la sociedad misma. Fue un defensor de la participación y el compromiso ciudadano para mejorar el país.
La trágica muerte de Garzón el 13 de agosto de 1999 conmovió a Colombia. Asesinado en su automóvil mientras esperaba un semáforo, su crimen fue atribuido a varias hipótesis, incluida la participación de narcotraficantes y actores políticos. A pesar de su partida prematura, el legado de Garzón perdura, y su fecha de fallecimiento se conmemora anualmente en Colombia.
El carisma, humor y amor por Colombia que caracterizaron a Jaime Garzón lo inmortalizan en la memoria de las personas. Sus chistes, sus personajes y su llamado a una sociedad más activa y consciente siguen resonando en el corazón de aquellos que anhelan un país mejor. Con su partida, Colombia perdió no solo a un comediante talentoso, sino a un defensor de la verdad y la justicia, cuya “sonrisa” sigue iluminando los corazones de quienes buscan un cambio positivo en la nación.
