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Una vez que fue un claro ejemplo de los efectos drásticos de la megasequía de un año en California, el lago Oroville se ha recuperado y una vez más está lleno a su máxima capacidad, según muestran los datos del Departamento de Recursos Hídricos del estado.
Los embalses afectados por la sequía de California han visto una notable recuperación en los últimos meses después de una andanada de tormentas. Es una mejora muy necesaria después de haber estado en niveles críticamente bajos durante los últimos años, dijeron las autoridades.
El lago Oroville, el segundo embalse más grande y más asediado del estado, está al 100 % de su capacidad total y al 127 % de donde debería estar en esta época del año, un gran impulso después de que la megasequía provocada por el cambio climático absorbiera casi todo su abastecimiento de agua.
Una serie de fuertes tormentas invernales y la posterior escorrentía del deshielo agregaron 2.5 millones de acres-pie de agua al lago, elevando los niveles en más de 240 pies desde el 1 de diciembre, dijo la agencia estatal de agua en una actualización de la comunidad.
“Las condiciones han cambiado drásticamente en muchas partes del estado gracias a la serie de tormentas que llegaron a California a partir de diciembre y continuaron durante el resto de nuestra temporada de lluvias”, dijo a CNN Tracy Pettit-Polhemus, gerente del Proyecto Estatal de Agua. . “Esta es la primera vez que el embalse alcanza su capacidad desde 2019”.
Entre Sacramento y Redding, el lago Oroville se hundió a solo el 24 % de su capacidad total en 2021. El nivel del agua era tan bajo que en agosto de 2021 una importante central hidroeléctrica se vio obligada a cerrar por primera vez desde que abrió en 1967.
El nivel del agua de Oroville estaba muy por debajo de las rampas para botes y las tuberías de entrada expuestas, que se utilizan para enviar agua para alimentar la planta de energía Edward Hyatt. Cerrar la planta sirvió como una llamada de atención sobre cuán significativa se había vuelto la sequía.
La planta es el cuarto mayor productor de energía hidroeléctrica en todo el estado, según la Comisión de Energía de California, con capacidad para alimentar hasta 800.000 hogares cuando opera a plena capacidad. Alrededor del 13% de la electricidad del estado fue generada por centrales hidroeléctricas a partir de 2018.
Aunque los niveles de agua de Oroville se mantuvieron muy por debajo del promedio en 2022, las tormentas del invierno pasado trajeron precipitaciones récord a Sierra Nevada, lo que le dio a los niveles del lago un impulso muy necesario.
La precipitación fue suficiente para reanudar la generación de energía en la planta en enero de 2022, después de haber estado desconectada durante aproximadamente cinco meses.
El Departamento de Recursos Hídricos de California opera el sistema del Proyecto de Agua del Estado, que incluye el lago Oroville, y proporciona agua a 29 agencias públicas de agua que atienden a 27 millones de californianos y 750,000 acres de tierras de cultivo.
Se están empleando lanzamientos estratégicos para garantizar que haya espacio para más escorrentía de deshielo y se han reabierto la mayoría de las rampas para botes, dando la bienvenida a los pescadores y campistas para que disfruten del área de recreación. El alto nivel del agua ha inundado un estacionamiento de rampa para botes que permanecerá cerrado hasta que el agua retroceda.
“A plena capacidad de Oroville, habrá la posibilidad de que algunas olas salpiquen la cresta del aliviadero de emergencia si experimentamos días particularmente ventosos”, dijo la agencia de recursos hídricos, un escenario casi inimaginable hace solo unos meses.
Pettit-Polhemus dijo que la agencia continuará “optimizando las operaciones para el almacenamiento de agua y la protección ambiental al tiempo que permite el almacenamiento remanente hasta el próximo año”.
El lago Oroville es solo una pieza del rompecabezas en la gran crisis del agua en Occidente. El lago Shasta, el embalse más grande del estado y la piedra angular del Proyecto del Valle Central de California, se encuentra ahora al 97 % de su capacidad total y al 119 % de su promedio histórico.
Si bien las tormentas ayudaron a los embalses en gran parte de California, la cuenca del río Colorado, que suministra agua a aproximadamente 40 millones de personas en siete estados del oeste y México, todavía está luchando por llenar su capacidad total, pero muestra algunos signos de recuperación lenta.
La situación en California es un ejemplo de cómo el cambio climático causado por el hombre está transformando los sistemas de agua en todo el mundo, elevando las temperaturas y haciendo que las sequías sean más severas y frecuentes.
