En una emboscada perpetrada por el frente ‘Camilo Torres’ del ELN en zona rural del municipio de El Carmen, Norte de Santander, dos suboficiales y siete soldados perdieron la vida en la madrugada del miércoles. La tropa, perteneciente al Batallón Especial Energético y Vial N.º 10, se encontraba realizando operaciones de seguridad en los alrededores del oleoducto Caño Limón-Coveñas cuando fue atacada de manera indiscriminada con artefactos explosivos y fusiles. Entre los fallecidos se encontraban indígenas del grupo Wayúu, quienes lamentaron la tragedia.
Los soldados muertos tenían entre diez y doce meses prestando servicio militar y otros ocho resultaron heridos y fueron trasladados a centros asistenciales de Cúcuta, Norte de Santander. El ministro de Defensa, Iván Velásquez Gómez, rechazó enérgicamente el atentado y cuestionó la actitud del grupo guerrillero, que mantiene diálogos de paz. Por su parte, el presidente Gustavo Petro anunció la convocatoria de una consulta a la delegación del Gobierno que se encuentra en la mesa de diálogo con el ELN. Surgieron críticas en el sector político y social sobre la acción terrorista del grupo guerrillero, y el jefe de la delegación del Gobierno en los diálogos de paz con el ELN, Otty Patiño, lamentó la violación flagrante de las normas del Derecho Internacional Humanitario por parte del grupo.
El Ejército Nacional mantuvo los operativos en la zona limítrofe entre Norte de Santander y Cesar en contra del grupo guerrillero y activó los protocolos para acompañar a las familias de los militares asesinados, así como para atender al personal herido y sus allegados. La tragedia ha causado una gran conmoción en todo el país y ha puesto en entredicho la voluntad del ELN por alcanzar la paz.
