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Al menos 190 personas han muerto después de que el ciclón tropical Freddy azotara el sur de Malawi, dijeron las autoridades locales el martes, mientras los sobrevivientes continúan buscando a sus seres queridos en las áreas más afectadas.
Al menos 584 han resultado heridos y 37 personas han sido reportadas como desaparecidas en el país.
El Ministerio de Recursos Naturales y Cambio Climático de Malawi dijo el martes que el ciclón se está “debilitando pero seguirá provocando lluvias torrenciales asociadas con condiciones ventosas en la mayor parte de los distritos del sur de Malawi”.
“La amenaza de fuertes inundaciones y vientos dañinos sigue siendo muy alta”, agregó el informe.
Charles Kalemba, comisionado de la agencia del Departamento de Asuntos de Manejo de Desastres, le dijo a CNN el martes que la situación había empeorado en el sur de Malawi.
“Es peor hoy. Varios lugares se están inundando y varias carreteras y puentes están cortados. La visibilidad es casi nula. La electricidad está cortada y también la red es un problema. Se está volviendo cada vez más grave”, dijo Kalemba, y agregó que las operaciones de rescate también se han visto afectadas por el mal tiempo.
“Está duro. Necesitamos usar maquinaria (para las operaciones de rescate), pero las máquinas no pueden ir a los lugares donde se suponía que debían excavar debido a las lluvias”, agregó Kalemba.
El Departamento de Cambio Climático y Servicios Meteorológicos de Malawi advirtió el lunes que “la amenaza de vientos dañinos y fuertes inundaciones sigue siendo muy alta”.
Kalemba agregó que se espera una mejora en el clima a partir del miércoles. “Posiblemente para mañana, el ciclón haya pasado. Esperamos ver mejoras a partir de mañana, pero hoy es peor. Hay fuertes lluvias y mucha agua”.
Chilobwe, un municipio cerca de la ciudad sureña de Blantyre, es una de las áreas más afectadas.
Ubicado debajo de una colina, el municipio vio caer agua a borbotones el domingo por la noche. Las autoridades dicen que más de 30 personas del área han muerto y docenas siguen desaparecidas mientras continúan los esfuerzos de búsqueda y rescate.
Dorothy Wachepa, de 39 años, estaba durmiendo cuando se despertó con un ruido ensordecedor “parecido al sonido de un avión”.
“Eran alrededor de las 12 y escuché el sonido acompañado de gritos de personas de las tierras altas”, dijo a CNN la madre de cuatro hijos.
Lo que siguió fue un torrente de agua fangosa acompañado de rocas y árboles que se deslizaban por la montaña. Todas sus posesiones fueron arrastradas.
“Todo se ha ido. Yo (tenía) un pequeño negocio de venta de verduras porque mi esposo murió en 2014. He estado manteniendo a los niños con lo poco que tengo”, agregó.
Wachepa dijo que ella y sus hijos tuvieron suerte de salir con vida de la casa. Un total de nueve personas, incluido el vecino de Wachepa, y algunos niños locales murieron a causa de las lluvias torrenciales inducidas por el ciclón.
Se pudo ver a personas el lunes usando palas, incluso con las manos desnudas, para buscar sobrevivientes en el estruendo.
Sarah Chinangwa, de 25 años, no pudo ocultar las lágrimas al contar cómo seis de sus seres queridos fueron asesinados el domingo por la noche.
“Mi hermano y sus dos hijos estaban dormidos cuando llegó el agua. Vivo cerca de ellos y traté de gritarles que salieran”, dijo.
“Salieron y se pararon en una roca que estaba en un lugar más alto, pero momentos después todos fueron arrastrados”, dijo, y agregó que su propia casa fue arrastrada. “No sé qué hacer ahora”.
En Mozambique, al menos 10 personas murieron y 13 resultaron heridas en la provincia de Zambezia, según la emisora ??estatal Radio Mozambique, citando al Instituto Nacional de Gestión de Riesgos de Desastres.
El ciclón mortal ha batido récords por ser la tormenta de mayor duración de su tipo después de tocar tierra en Mozambique por segunda vez, más de dos semanas después de la primera.
Más de 22.000 personas han sido desplazadas por la tormenta tropical, según Radio Mozambique.
“Es muy probable que ese número aumente”, dijo el martes a CNN Guy Taylor, jefe de defensa, comunicaciones y alianzas de UNICEF en Mozambique.
“El tamaño o la fuerza de la tormenta fue mucho mayor que la última vez… el impacto en términos de daños y el impacto en la vida de las personas ha sido más sustancial”, dijo.
