Miles de hinchas eufóricos le dieron al equipo argentino una bienvenida de héroes en Buenos Aires en las primeras horas del amanecer del martes después de que el avión que transportaba a Lionel Messi y sus compañeros ganadores de la Copa del Mundo aterrizara en el aeropuerto de Ezeiza.
La capital argentina ha estado en modo fiesta desde su dramática victoria sobre Francia en la final del domingo en Qatar que le dio al país su primera victoria en la Copa del Mundo desde que Diego Maradona levantó el trofeo hace 36 años.
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Los jugadores, que llevaban sus medallas de oro alrededor del cuello y se turnaban para sostener en alto el trofeo de la Copa del Mundo, saludaron a los fanáticos desde un autobús descapotable mientras las luces de miles de teléfonos móviles brillaban y las banderas ondeaban.
Los fanáticos alegres cantaron al ritmo de un tambor y los fuegos artificiales iluminaron el cielo mientras el autobús se abría paso lentamente entre la multitud.
Miles habían rastreado el avión, la aerolínea estatal Aerolíneas Argentinas AR1915, desde Doha y una escala en Roma.
Se esperaba que los jugadores pasaran unas horas en las instalaciones de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) cerca del aeropuerto antes de dirigirse al mediodía al enorme monumento Obelisco en el centro de la ciudad, donde es probable que se reúnan cientos de miles de personas.
Argentina venció a Francia 4-2 en los penales después de un brillante empate 3-3, con Messi anotando dos veces y el francés Kylian Mbappe anotando tres veces.
Messi, de 35 años, anunció que la final sería su último partido en la Copa del Mundo, aunque tiene la intención de jugar algunos partidos más con la selección nacional.