John Carmack es uno de los padres del proyecto de realidad virtual de Meta.
John Carmack, leyenda de la industria del videojuego y uno de los padres de la realidad virtual Oculus, horas después de tomar la decisión de abandonar Meta arremetió con una dura carta que no escatimó en críticas sobre la conducción de Mark Zuckerberg.
El ingeniero publicó en Facebook un comunicado en el que aseguró estar “cansado de luchar” y sentirse “frustrado por cómo se hacen las cosas” en la compañía, lo que llevó a tomar la decisión de renunciar de forma abrupta.
Carmack era hasta hace unas horas consultor en la dirección de tecnología de Reality Labs pero sus diferencias con Mark Zuckerberg en cuestiones estratégicas parecen irreconciliables. Así lo demostró el escrito en el que explicó los motivos de su dimisión tras una década trabajando como asesor de realidad virtual en la tecnológica.
La renuncia de John Carmack a Meta
El ingeniero de software se unió al equipo directivo de Oculus en 2013 y tan solo un año después la compañía fue comprada por Meta, por lo que Carmack pasó a formar parte del equipo de Zuckerberg.
Ahora, el realizador de célebres videojuegos como Wolfestein 3D y Doom abandonó la tecnológica para centrarse en Keen Technologies, una compañía emergente que él mismo creó con el objetivo de desarrollar una inteligencia artificial similar a la humana.
Cinco años después de que Meta se hiciera con Oculus por 2.000 millones de dólares, Carmack renunció como director de tecnología de la compañía y pasó a ser asesor. En aquel momento el ingeniero comunicó que dedicaría gran parte de su tiempo a desarrollar inteligencia artificial fuerte, también conocida como inteligencia artificial general o IAG.
En el comunicado de Carmack se percibe un fuerte descontento por los cambios recientes que se han dado en la compañía. Sin embargo, el ingeniero también ha querido reconocer los logros del lanzamiento de Quest 2.
Los lentes de realidad virtual son “casi exactamente lo que quería conseguir desde el principio: un visor autónomo con seguimiento de adentro hacia afuera, panel 4K (casi) y rentable”, aseguró en el comunicado.
El reconocimiento del exitoso producto no impidió que Carmack critique la “cantidad ridícula de personas y recursos” de Meta. “No hay una forma de endulzar esto, creo que nuestra organización está operando a la mitad de la efectividad que me haría feliz”, añade. El ingeniero aseguró que trató de cambiar las cosas pero le ha sido imposible, lo que le obliga a dimitir.
“Ha sido una lucha para mi. Tengo voz en los niveles más altos, así que parece que debería ser capaz de mover las cosas, pero evidentemente no soy lo bastante persuasivo“, asegura en el comunicado. Carmack considera que su influencia ha sido positiva pero nunca suficiente.
“Una buena parte de las cosas de las que me quejo acaban apareciendo de nuevo en mi camino cuando pasan uno o dos años. Nunca fui capaz de acabar con las estupideces antes de que causen daños, ni de marcar una dirección y hacer que un equipo se atenga a ella”, sentenció en su despedida.
Con información de La Vanguardia.
SL
