Cultura y gastronomía. Así define la cantautora de música vallenata Stella Durán Escalona a ‘Guacaó’, un restaurante familiar, donde la ‘explosión de platos típicos’ se fusionan de manera estratégica con la música, danza de aromas, sabores y textura de la cocina criolla del Valle del Cacique Upar.
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En este ‘templo gastronómico’, ubicado en el Centro Histórico de esta ciudad, a cielo abierto, se respira realismo mágico en un ambiente macondiano y se rescatan las prácticas autóctonas reflejadas en las tradiciones culinarias de la región.
“Es conocido ampliamente como un centro cultural de Valledupar, donde prestamos servicios de bar, restaurante, galería y exposiciones de arte costumbrista. Resaltamos la comida típica de esta tierra con presentaciones y sabores gourmet”, destaca Stella Durán.
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Variado menú
La propuesta está representada en una variedad de menús para conquistar el paladar de los comensales, en que se destaca el chivo guisado en leche de coco, el arroz provinciano mezclado con frijol cabecita negra, el mote de malanga con pollo, champiñones y queso, entre otras delicias gastronómicas.
En este espacio todo vale cuando se trata de disfrutar de una velada de entretenimiento, en que la música vallenata tradicional, en vivo, es la protagonista.
Las notas melodiosas son interpretadas por ‘La Herencia Escalona’, agrupación acompasada por los matices de la caja, guacharaca, guitarra y acordeón, instrumentos insignes del folclor vallenato.
“Ofrecemos un rico repertorio de los compositores y juglares más reconocidos, como una evocación de la parranda vallenata. Eventualmente se presentan en eventos especiales y periódicos, los cantautores que hacen historia preservando esta tradición musical”, detalla la cantautora.
La popularidad de ‘Guacaó’ se extendió hace cinco años, con la idea de contribuir a la protección y preservación de la manifestación cultural de esta sección del país, del cual hicieron parte los grupos de trabajo con que se logró el reconocimiento de ‘Patrimonio Cultural de la Nación para la Música Vallenata Tradicional del Caribe Colombiano’ ante el Consejo Nacional de Cultura.
Ardua labor
“Fue una ardua labor de siete años. Trabajo que fundamentó el mismo reconocimiento por parte de la Unesco, pero del Magdalena Grande (Cesar,La Guajira y Magdalena), el cual fue denominado ‘En necesidad urgente de salvaguardia’. En este espacio facilitamos la tarima para todos los que tengan talento en cuanto a arte y la cultura lo pueda hacer en público”, explicó Durán Escalona.
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En este proceso participaron varios actores entre compositores, gestores culturales, investigadores y periodistas, entre los que se destacan Santander Durán Escalona, Rosendo Romero Ospino, Javier Ortiz Cassiani, Adrián Villamizar Zapata, Stella Durán Escalona, Lolita Acosta Maestre y Carlos Llanos Diazgranados, quien ofició como coordinador.
“Carlos Llanos (mi esposo), mis hijos Lía, Mario, Amia y yo dimos comienzo a Guacaó como contribución a las iniciativas de Protección incluidas en el Plan Especial de Salvaguardia (PES), que según Llanos no solo se refiere a la protección y salvaguardia de la manifestación, sino del fortalecimiento de la identidad cultural de la subregión del Caribe Colombiano”, subraya Stella Durán.
El lugar es considerado un punto turístico de Valledupar, arropado por la influencia de turistas nacionales y extranjeros, quienes ‘amasan’ la carta de sabores en un entorno melódico que rinde tributo y homenaje póstumo al legado musical del maestro Rafael Escalona Martínez.
“Los fundadores somos sus sobrinos. Decidimos bautizarlo como Guacaó, que identifica el canto de un pájaro que merodea las faldas de la Sierra de Santa Marta, cuyo sonido merodea la espesura de estas montañas sin intervalos de tiempo. El maestro Escalona se parecía a él. Cuando nos visitaba decíamos: ‘Llegó el Guacaó, cantó el Guacaó, se fue el Guacaó’. Esto se convirtió en apodo familiar para recordarlo siempre”, resalta Durán Escalona.
Ludys Ovalle Jacome
Especial para EL TIEMPO Valledupar
