Fue condenado a cadena perpetua sin libertad condicional, el castigo más severo del sistema judicial francés. Solo se ha entregado cuatro veces desde que se legalizó en 1994.
Los ataques dejaron 130 muertos y 494 heridos en la capital francesa, en bares, restaurantes, en una sala de conciertos y en las afueras del famoso Stade de France, donde se estaba jugando un partido de fútbol.
Esta es una historia en desarrollo. Más detalles por venir.