El estado de emergencia permitirá la detención de los manifestantes que bloquean las carreteras. La medida debe ser aprobada por el parlamento de Sri Lanka en un plazo de 14 días.
El país se ha visto sacudido por disturbios civiles desde marzo, con protestas que a veces se vuelven violentas a medida que aumenta la ira por el aparente mal manejo de la crisis económica del país por parte del gobierno.
El viernes, la policía disparó gases lacrimógenos contra los manifestantes cerca del parlamento del país en la capital nacional de Colombo.
El estado de emergencia generó críticas de algunos, y el líder de la oposición, Sajith Premadasa, dijo que la medida «va en contra de buscar una solución a la crisis».
Rajapaksa declaró previamente el estado de emergencia el 1 de abril, pero lo revirtió después de cinco días.
Los manifestantes han exigido la renuncia de Rajapaksa, frustrados por el aumento vertiginoso de los precios de los alimentos, el combustible y otras necesidades a medida que el gobierno se queda sin dinero. Muchos se han visto obligados a pasar horas bajo el calor abrasador para llenar sus tanques en las estaciones de servicio o para recibir suministros de alimentos y medicinas.
Esta semana, el ministro de Finanzas de Sri Lanka, Ali Sabry, admitió que las reservas financieras del país están casi vacías. El país ha apelado al Fondo Monetario Internacional para financiamiento de emergencia.