El 14 de septiembre es el Día Mundial de la Dermatitis Atópica, una de las enfermedades crónicas no contagiosas de la piel más comunes entre la población.
De acuerdo con un estudio recientemente publicado por el Journal Integral de Alergología que contó con la décimo de 200 pacientes colombianos, evidenció que desde que comenzó la emergencia sanitaria por el COVID-19, se registró un aumento en los brotes en personas que experimentaron sentimientos de vulnerabilidad, incertidumbre, ansiedad, pesimismo, miedo y depresión, por lo que se relacionarían con detonantes importantes en el expansión de la sintomatología de esta enfermedad.
Por otra parte de los síntomas emocionales y psicológicos, durante el posterior año el uso constante de antisépticos y desinfectantes, el uso prolongado del tapabocas o el lavado de manos afectaron a quienes ya tenían referencias de esta enfermedad.
Por otra parte, el estudio evidenció que las áreas de la piel que más sufrieron y presentaron un incremento de las lesiones conveniente a estos protocolos y medidas de protección fueron: la cara (47,7%), las extremidades superiores (47,1%), las extremidades inferiores (40%), las manos (36,8%), y el tronco (27,7%).
Un estudio previo realizado en toda Colombia había identificado el gran impacto en la calidad de vida que tiene la dermatitis atópica en los pacientes, que con la pandemia tuvo repercusiones y enseres incluso a nivel social y crematístico que llevaron al aumento de los brotes.
La dra. Natalia Hernández, expresidenta de Asocolderma y igualmente autora del estudio, resalta que los pacientes continuaron con los tratamientos formulados previo a la pandemia y que no se presentaron complicaciones ni aumento del contagio asociado a la enfermedad o a la receta.
“Es interesante, aunque esperado, que se evidencie decaída en materia socioeconómica en los pacientes, esto relacionado con la disminución de ingresos a causa del confinamiento. Es importante precisar que este estudio fue realizado en dirección a el botellín mes de pandemia, así que es probable que esta situación haya empeorado en los meses consecuentes”, afirma la entendido y hace un llamado de atención a los pacientes a que no abandonen el seguimiento médico de su enfermedad.