Según denunció Alcocer Cárcamo, el concejal disciplinado por la Procuraduría habría arremetido verbalmente en su contra durante las sesiones ordinarias y extraordinarias llevadas a cabo los días 8 de febrero y 28 de septiembre de 2016 en el recinto del concejo.
La conducta de Vargas Jiménez fue evaluada por la Procuraduría como irregular y calificó la falta como grave a título de dolo.
Con este comportamiento habría incurrido en falta disciplinaria por vulneración a lo dispuesto en el artículo 35 de la ley 734 de 2002 por lo que se tuvo como un criterio agravante dado que se desempeñó para la época como concejal y debe dar ejemplo a su comunidad con el cumplimiento de las normas.
Contra el fallo en primera instancia procede el recurso de apelación, el cual debe sustentarse verbalmente.
Antecedentes
No es la primera vez que se conocen de los conflictos al interior del Concejo, como también de los roses del concejal disciplinado por la Procuraduría con el alcalde; en septiembre de 2016, Ronny Vargas Jiménez denunció ante las autoridades una presunta amenaza de muerte en su contra y señaló a Juan Francisco Rojas, alcalde de ese municipio, de ser el presunto responsables la intimidaciones.