Ni siquiera la temporada navideña sirvió para limpiar la mente de los concejales y los miembros de la corporación terminaron distanciados del propósito de buscar propuestas para el desarrollo de Aguachica, pues no se evidencio.
No se les vio el interés por proyectos como la transformación de la empresa de servicios públicos de Aguachica ESP y el plan municipal de aguas, el presupuesto general de inversiones y gastos para la vigencia 2011, la crisis económica del hospital local, la situación del transito y otras iniciativas más que corrieron la suerte de no ser tenidas en cuenta y que no se escucho mencionar por ninguno de ellos.
La nomenclatura para Aguachica es un verdadero desorden y de esto nadie habla, ya que para ellos no existe suficiente ilustración. Durante las sesiones del presente año se vivió un contrapunteo. Los habitantes de este municipio esperan que para la vigencia 2010, logren un mayor entendimiento y una mayor capacidad para que Aguachica pueda salir del letargo en que administradores y coadministradores como se les llama a los concejales la han sumido durante los últimos 20 años.
