En un acto de contrición, el gobernador del Cesar, Cristian Moreno Panezo, reversó el proceso que entregaría la infraestructura educativa de 12 municipios a un concesionario, maniobra que venía siendo criticada por los constructores del departamento y la opinión pública en general.
El mandatario seccional, según contó a la prensa local, los tiempos dejaban expuesta la responsabilidad de su administración, porque comprometía vigencias futuras e iba en contravía con disposiciones conjuntas de la Contraloría General de la República y la Procuraduría. Además advirtió que contrató para el análisis del tema a ex consejeros del Estado, quienes le asesoraron en revocar la licitación-concesión y evitar una segura suspensión del cargo y un escándalo parecido al que sucedió en el departamento del Casanare, en donde los diputados son investigados disciplinariamente por darle una carta blanca a su gobernador, como sucedió en el Cesar.
Es de indicar que los ingenieros del Cesar, desdibujaron la planeada concesión de los 107 mil millones de pesos; pusieron al descubierto los sobre precios y los regalos de cientos de miles de millones de pesos, para quien ganara la concesión, que según los constructores tenía nombre propio. Asimismo a todo esto se le suma la creciente crítica de no interesarle la suerte de los profesionales residentes en el departamento del Cesar y una prueba de ello, es el nombramiento de secretarios foráneos como lo son de infraestructura, de gobierno y general.
Para los entendidos, los tiempos de que habla el gobernador no son más que una argucia, cuando el trasfondo es que no aplicaba la concesión, cuyo espíritu es buscar un inversionista privado que ponga el capital y en este caso el departamento ponía el dinero.