São Paulo, Brasil
CNN
—
Los brasileños se despertaron con cuatro semanas más de campaña después de que una votación presidencial el domingo destinara a los favoritos Luiz Inácio “Lula” da Silva y Jair Bolsonaro a una segunda vuelta a finales de este mes.
Los resultados publicados el lunes por el Tribunal Superior Electoral (TSE) de Brasil mostraron que el candidato de izquierda y expresidente da Silva terminó con una ligera ventaja sobre el titular derechista Bolsonaro (48,4 % frente a 43,2 %), insuficiente para cruzar el umbral de la victoria. Cualquiera de los candidatos habría tenido que superar el 50% para ser elegido en la primera ronda de votación.
Los dos se enfrentarán nuevamente el 30 de octubre, en lo que se considera la votación más importante del país en décadas.
Aún así, Bolsonaro estaba celebrando. El presidente de Brasil, una figura divisiva a menudo conocida como el “Trump de los trópicos”, desafió las expectativas de encuestadores y analistas, quienes habían sugerido durante meses que su candidatura estaba perdiendo fuerza. Las encuestas habían pronosticado que podría perder en la primera ronda, poniendo fin a su presidencia después de un solo mandato.
El resultado de Bolsonaro el domingo fue ocho puntos más alto que la última encuesta de Datafolha, un respetado grupo de investigación, mientras que el de da Silva fue dos o tres puntos más bajo de lo previsto.
En un jubiloso hilo de Twitter el lunes, Bolsonaro afirmó que “contra todo y contra todos” pudo obtener un “voto más expresivo” que en las elecciones de 2018.
Su conservador Partido Liberal también vio una serie de exitosas contiendas inferiores, ganando representantes en la Cámara y el Senado de Brasil, así como gobernadores en varios estados.
“¡Hubo casi 2 millones de votos más! También elegimos el mayor número de representantes en la Cámara y el Senado, que era nuestra máxima prioridad en un primer momento”, tuiteó el presidente, quien lo calificó como: “la mayor victoria de los patriotas en la historia de Brasil”.
Más de 123 millones de brasileños esperaron en largas filas para votar en la cuarta democracia más grande del mundo, mientras que otros 32 millones se abstuvieron. Según el presidente del TSE, Alexandre de Moraes, las largas colas se debieron a nuevos controles de seguridad biométricos y a una participación de votantes superior a la esperada.
Folletos políticos pisoteados que anunciaban diferentes candidatos aún cubrían las aceras alrededor de los sitios de votación el lunes, mientras la gente intentaba dar sentido a los resultados y contemplaba la perspectiva de otro mes de ansiedad sobre el futuro del país.
El “partido de la democracia” del domingo, un término en Brasil para las elecciones, siguió a una dura temporada de campaña marcada por la violencia y el lenguaje amargo.
En los meses previos a la votación del domingo, Bolsonaro había criticado con frecuencia el sistema electoral brasileño y la precisión del sistema de boletas electrónicas del país, lo que generó críticas por erosionar la confianza en el proceso electoral. Hubo varios informes de estallidos de violencia entre los partidarios de da Silva y Bolsonaro durante los meses de campaña, y algunos resultaron mortales.
El lunes, los partidarios de da Silva hablaron en las redes sociales sobre cómo pesaría una posible victoria contra los nuevos legisladores conservadores del país. Para algunos, el entusiasmo se ha convertido en una discusión sobre lo que debe hacer su candidato para mantener su liderazgo durante las próximas cuatro semanas.
Durante un discurso el lunes en Sao Paulo, da Silva anticipó una nueva estrategia para el último tramo de su campaña. “Consejo a nuestro comando de campaña: a partir de mañana habrá menos plática entre nosotros y más plática con el votante. No necesitamos hablar con personas que ya conocemos, que ya votaron por nosotros o que sabemos que votarán por nosotros. Necesitamos hablar con aquellos a quienes no parece gustarles, que no votan por nosotros, que no les gustan nuestros partidos”, dijo.
Mientras tanto, Bolsonaro instó el lunes a sus partidarios a “mantenerse enfocados” en una posible victoria, diciendo que ya se había arraigado un “cambio profundo”.
“¡Mantén el enfoque! Ayer se logró uno de los principales y más difíciles objetivos”, dijo.