El parque San Roque se ha convertido en el epicentro del sabor, la cultura y el emprendimiento durante esta Semana Santa, gracias a la realización de la tradicional Feria del Dulce, un evento que no solo resalta las delicias típicas de la región, sino que también da espacio a la venta de mochilas, artesanías y productos elaborados por manos aguachiquenses.
Desde las primeras horas del día hasta cerca de la medianoche, los visitantes pueden disfrutar de un recorrido lleno de color, tradición y creatividad. Esta feria no solo representa una oportunidad para preservar costumbres, sino que también se ha convertido en un motor económico para muchas familias que, a través de sus pequeños negocios, logran solventar su economía diaria.
Además de los clásicos dulces tradicionales, este año se han incorporado nuevos sabores como el dulce de borojó, corozo y guandul, los cuales han sido muy bien recibidos por el público. Los precios son accesibles: una porción con dos sabores cuesta $10.000, mientras que porciones con tres o cuatro sabores tienen un valor de $12.000.
La acogida del evento ha sido muy positiva por parte de los habitantes, turistas y visitantes que aprovechan la Semana Mayor para apoyar lo local y disfrutar de las tradiciones.
La feria estará abierta hasta el domingo, por lo que los emprendedores extienden una cálida invitación a toda la comunidad para que se acerquen, degusten los dulces típicos y descubran la riqueza cultural representada en cada una de las artesanías y productos expuestos.
A continuación, una de las emprendedoras nos comenta como ha sido la experiencia en este festival.