Estaba claro que hablar de su padre era un tema muy doloroso para Naomi Biden, y aunque es graduada de la Facultad de Derecho de Columbia, parecía muy incómoda en el estrado luego de que la defensa la llamara a testificar en el juicio contra Hunter Biden.
Naomi Biden ingresó a la corte con su esposo, y la primera dama Jill Biden inmediatamente le indicó que se sentara junto a ella entre la familia y amigos de Biden que conforman al menos las dos primeras filas de la sala del tribunal.
El testimonio de Naomi Biden se centró en dos casos de 2018 en los que vio a su padre.
La primera fue en agosto o septiembre, cuando fue a visitar a su papá a Los Ángeles. Hunter Biden se había acercado a ella para que lo visitara en medio de su período en rehabilitación. Hunter Biden se ofreció a organizar el viaje y Naomi Biden dijo que aceptó ir, a pesar de que no lo había visto en bastante tiempo.
En el estrado, Naomi Biden se mostró tan genuina y convincente como la hija de un adicto.
Luego testificó sobre un viaje a la ciudad de Nueva York, donde él vino a recoger un automóvil. Ella describió haberlo visto a finales de octubre y dijo que parecía “esperanzada”. Naomi Biden dijo que su padre parecía el mismo que cuando lo vio en Los Ángeles.
En el contrainterrogatorio del fiscal Leo Wise, ella volvió a testificar que no había visto a su padre recientemente porque “después de la muerte de mi tío, las cosas se pusieron mal”, alrededor de 2015.
Los fiscales lograron que ella admitiera que realmente no sabía cómo era él cuando consumía drogas porque no lo había visto desde hacía bastante tiempo.
Naomi Biden parecía un poco confundida y reticente cuando se enfrentó a mensajes de texto que parecían mostrar a su padre algo errático y poco comunicativo al intentar quitar la mano de su auto.
Ella no recordaba el intercambio y comenzó a parecer cada vez más incómoda cuando hablaba de los mensajes de texto que su padre le envió en las primeras horas de la mañana sobre el intercambio de su auto.
Al salir del estrado, Naomi Biden le dio a su padre un abrazo frío, un beso en la mejilla y se la vio temblando y secándose las lágrimas al salir de la sala del tribunal.