A comienzos de 2024, Neuralink realizó su primer implante de un chip cerebral en un paciente llamado Noland Arbaugh, quien quedó tetrapléjico en 2016 y se convirtió en el primer humano en recibirlo. Su objetivo fue evaluar la seguridad del implante y el robot quirúrgico, así como probar las funcionalidades del dispositivo.
Sin embargo, la compañía liderada por Elon Musk confirmó a través de un comunicado que el dispositivo que implantó a su primer paciente humano registró algunos problemas mecánicos.
Y si bien durante los primeros meses todo funcionó con normalidad -según la información publicada por Neuralink- Noland ha estado experimentado ciertos fallos de conectividad.
Tras algunos estudios se descubrió que varios hilos se retrajeron del cerebro, provocando una disminución del número de electrodos efectivos. La situación ha significado que la conexión entre el cerebro y el chip disminuya.
La buena noticia es que Neuralink, casi en tiempo récord, ha dado con una posible solución a este inconveniente.
Para que la señal decaiga por completo, se modificó el algoritmo que registra las señales eléctricas. Gracias a este ajuste, la compañía de Elon Musk consiguió que se produjera «una mejora rápida y sostenida que ahora ha superado el rendimiento inicial de Noland».
Lo que aportó este truco, fue incrementar el grado de sensibilidad y se mejoraron las técnicas que traducen estas señales en movimientos del cursor, permitiendo que la experiencia de paciente no experimente cambios abruptos.
Para algunos expertos en neurobiología, más que una solución es un parche transitorio. Por esta razón, el equipo de Neuralink sigue buscando una medida que no requiera una intervención en el quirófano.
Tener hilos que se retraen «no es normal en un implante cerebral» indicó Matt Angle, director ejecutivo de la empresa rival de implantes cerebrales Paradromics Inc.
Otro inconveniente que señalan los expertos es que antes de implantar el dispositivo en Noland Arbaugh, Neuralink lo había probado en animales y el cerebro de estos es más pequeño, por lo que ahí los electrodos no se desplazan tanto como en los seres humanos.
La situación, bajo control
Antes del implante, este paciente dependía de un lápiz óptico de tableta que sostenía con la boca para interactuar con dispositivos electrónicos, un método que era incómodo y limitaba su capacidad para comunicarse y realizar múltiples tareas de forma eficiente.
De momento, la situación está controlada y, de hecho, para demostrar que todo funciona bajo control, Arbaugh apareció utilizando el cerebro para jugar a Mario Kart y a una partida de ajedrez.
El camino para que los chips de Neuralink supongan un cambio drástico en la tecnología todavía es largo. Eso sí, estos avances demuestran que Neuralink va en serio y es capaz de cambiar la vida de los usuarios. Ahora solo queda ver cómo se enfrentan a todos los problemas que aparezcan en el camino a partir de ahora.
La compañía también confirmó que actualmente está trabajando en la mejora de la introducción de texto en el dispositivo, así como en el control del cursor; y que con el tiempo pretenden ampliarlo al uso de dispositivos del mundo físico, como pueden ser brazos robóticos y sillas de ruedas.