Por más de dos horas, el municipio de Moral, en el departamento del Cauca, vivió una jornada de terror y violencia cuando un grupo armado organizado (GAO) tomó control de la localidad.
Testigos presenciales informan que la incursión comenzó a primeras horas de la madrugada, cuando dos grupos de hombres fuertemente armados se desplegaron por la ciudad. Un grupo atacó y destruyó la estación de policía local, mientras que otro se dirigió al Banco Agrario, donde aún no se sabe con certeza el desenlace de esta incursión.
El panorama en Moral es desolador. Los atacantes han tomado el control total de la estación de policía, y la suerte de los uniformados es incierta. Este acto de brutalidad ha dejado una profunda impresión en los habitantes de la ciudad, quienes observan impotentes la violencia desatada.
Además de los ataques a las instalaciones de seguridad y financieras, los guerrilleros incursionaron en la alcaldía municipal.
Asimismo dinamitaron la vía Piendamó-Morales al paso de un vehículo militar que iba a repeler la toma guerrillera
La situación ha escalado aún más con el saqueo generalizado. Los asaltantes han llenado varios vehículos todoterreno con una variedad de bienes robados de tiendas locales: víveres, ropa, botas, licores, productos de droguerías y panaderías. Los relatos de los testigos sugieren que los guerrilleros, además de su asalto militar, han aprovechado la ocasión para llevarse todo tipo de mercancía, describiendo la situación como una especie de «mercado forzoso».
La población de Moral está sumida en el miedo y la incertidumbre. Los habitantes buscan refugio mientras las autoridades intentan coordinar una respuesta efectiva desde fuera del municipio.
El ataque de hoy es un recordatorio sombrío de la persistente violencia que afecta a varias regiones del Cauca, donde los grupos armados organizados siguen siendo una amenaza constante para la paz y la seguridad de sus ciudadanos.
