El 31 de marzo es el día mundial del backup o el respaldo de la información. Las copias de seguridad son un método de resguardo contra eventuales pérdidas por fallos de sistemas y, por lo general, el usuario promedio no tiende a hacerlas. Por este motivo, nunca está de más recordar no sólo por qué hay que hacerlas, sino también cuáles son las mejores opciones de la actualidad.
Los medios para guardar datos fueron cambiando con el paso del tiempo. En la actualidad, lo más común es que el usuario promedio tenga unidades extraíbles por USB, desde discos externos mecánicos (HDD), unidades flash (pen drives) o los más recientes SSD que son mucho más rápidos que los anteriores. También está “la nube”, que no es otra cosa que la computadora de otra persona (o, mejor dicho, empresa).
Hay incluso algunas soluciones menos conocidas, más empresariales, como cintas (tapes) similares a las de los viejos videocasetes y hasta filminas que almacenan códigos QR con información: GitHub tiene un proyecto en el archipiélago Svalbard, en Noruega, donde se encuentra la bóveda con la colección de semillas más grande del mundo. Allí también hay código fuente open-source almacenado al mejor estilo Superagente 86:
Curiosidades aparte, este tipo de proyectos permite dimensionar la importancia del backup como concepto. Y que lo más probable es que el usuario final tienda a confiar en la nube más de la cuenta, razón por la cual vale la pena repensar nuestras propias prácticas de respaldo de información.
“Para un usuario final la solución es siempre tener varias copias. No podés poner todos los huevos en la misma canasta: disco, o nube. Yo aconsejo ambas. Pero lo principal es que el respaldo esté vivo, refrescarlo al menos cada 3 años”, dice Nicolás Wolovick, Doctor en Ciencias de la Computación por la Universidad Nacional de Córdoba.
La regla 3, 2, 1 del backup
Hay una regla muy conocida, que se llama “3, 2, 1”. “Establece que debe haber al menos 3 copias de los datos, almacenados en 2 tipos diferentes de medios de almacenamiento, y 1 copia debe mantenerse fuera del sitio, en una ubicación remota», explica la norma que sale de un libro llamado The DAM Book: Digital Asset Management for Photographers.
Wolovick explica: “Surge de un usuario dedicado a la fotografía digital, pensando en su capital, las fotos digitales. Apareció en un libro, es una regla muy simple que está muy bien: debe haber al menos 3 copias de los datos, almacenados en 2 tipos diferentes de medios de almacenamiento, y una copia debe mantenerse fuera del sitio, en una ubicación remota».
“Para ponerlo en un ejemplo sería que almacenemos los videos de una vieja cámara de 2007 en nuestro disco duro de la PC (copia 1). Que además tengamos una copia en un pendrive (copia 2) y que también tengamos una copia en un disco duro que no esté en nuestra casa (copia 3)”, sigue el especialista en Computación de Alto Rendimiento (HPC).
Sin embargo, como toda regla, tiene sus virtudes y sus limitaciones. “ El problema es que esta idea es estática y supone que el avance del tiempo no vuelve cada vez más difícil el acceso a los medios de almacenamiento, a su formato de almacenamiento y a su formato de disco. Algo que en la realidad, pasa.”
En este sentido, en la actualidad, las alternativas para hacer copias de seguridad son muchas: discos externos, pen drives, almacenamiento online (la “nube”), otras computadoras y más. ¿Dónde conviene hacer las copias de seguridad hoy? ¿Qué opciones hay?
Medios, soportes y opciones para backupear
Las marcas comerciales suelen tener una respuesta que va en consonancia con los productos que promocionan. Hace no mucho, Kingston, empresa líder en memorias y discos de almacenamiento, comenzó a empujar los discos de estado sólido como alternativa para backupear por la impresionante velocidad de transferencia de datos que traen.
“Existen principalmente dos medios de backup en la actualidad: cloud y Hardware propio offline. Y dentro del offline, el medio más utilizado hoy en día todavía son los discos mecánicos externos (HDD)”, explica Juan Ignacio Do Porto, gerente general de Argentin, Bolivia y Uruguay para Kingston.
“Allí es donde estamos asistiendo a una migración de soporte, ya que los usuarios cada vez más comienzan a invertir en unidades de estado sólido externas en lugar de HDD ya sea por las bajas de precio en el costo por Gigabyte o por la más útil y evidente que es la superación indiscutida de performance que brinda un SSD sobre un HDD”, agrega.
En este sentido, Do Porto asegura que “hoy en día existen soluciones muy asequibles, que son inversiones inteligentes cuando uno no piensa solamente en el precio y comienza a valorar el tiempo que le insume hacer una tarea. El mejor exponente para hacer un back up de un usuario hogareño o semi profesional es sin dudas el XS1000 de Kingston, que cuenta con una velocidad de más de 1000Mb por segundo, 5 años de garantía y capacidades de 1 y 2TB en un tamaño que cabe en la palma de una mano”, sugiere.
Sin embargo, la limitación de lo “estático” de las reglas para hacer backups de Wolovick se mantiene: por más que un medio prometa durar 100 años, como lo hacían los CD virgen de marcas como Verbatim, Teltron o Basf, la tecnología para usarlos puede pasar de moda.
¿Quién tiene hoy a mano hoy un reproductor de CDs?
“Hay que pensar en la prevención en 3 capas: Interface de conexión (¿a dónde vas a conectar el disco?), formato de almacenamiento (¿dónde se guardan los datos?), reescritura en un soporte nuevo (¿cómo pasás de un formato a otro?)”, señala Wolovick.
El problema es que el costado comercial siempre ofrece soluciones definitivas cuando, a fin de cuentas, nada es permanente. Sea por cambios de formatos o degradación, todos los medios de almacenamiento están sujetos a determinados problemas. Es por esto que la regla 3, 2, 1 es buena, porque nos recuerda que los problemas pueden aparecer en cualquier momento del proceso y que hay que estar preparados.
“Si bien mucha gente opta por el back up en la nube, la forma más robusta de mantener un back up de los archivos importantes es tanto en la nube como físico. Y si fuera posible, tenerlo por triplicado, dos en diferentes dispositivos (ya sea en la nube o en almacenamiento externo) y una copia física en una ubicación segura, como una bóveda”, dice Do Porto.
En cuanto a la frecuencia, existe la posibilidad de automatizar los backups con software específico para esa tarea.
“Cuando hablamos de la periodicidad del back up, no hay respuestas incorrectas. Obviamente, automatizar el back up sin dudas es una ayuda importantísima que nos permite aumentar el nivel de tranquilidad con el que cuidamos de nuestros recuerdos o información importante; pero qué tan seguido lo hacemos dependerá de la dinámica de uso de esa información y el nivel de importancia que reviste para el usuario”, complementa el ejecutivo de Kingston.
“Un usuario que genera poca información (como fotos o videos) a la semana/mes/año quizá puede permitirse hacerlo de forma más espaciada, mientras que al mismo tiempo, para un profesional o una empresa, el back up puede ser un proceso diario puesto que el nivel de información generado diariamente es significativamente superior”, cierra.
Lo importante es, a fin de cuentas, tomar conciencia de que hay información que no se puede recuperar y, para evitar disgustos personales o problemas laborales, hacer backups de manera periódica.