Los residentes de la calle séptima con carrera 17 han alzado su voz para denunciar la situación crítica que viven a causa de un estanco ubicado en la zona, de donde se han generado distintas problemáticas.
Una de ellas es la indiscriminada ocupación del espacio público, ya que suelen estacionar sus motos en los andenes, obstaculizando el paso, e incluso, en ocasiones han llegado a cerrar la vía, generando inconvenientes para la comunidad, quienes expresan que por fortuna no se han registrado accidentes de tránsito en el lugar.
Por otro lado, los árboles aledaños se han convertido en improvisados urinarios, generando malos olores, además, personas en estado de embriaguez han llegado incluso a vomitar en las viviendas ubicadas en la carrera 18, causando molestias y afectaciones.
La situación empeoró cuando, en una ocasión, un conductor en estado de embriaguez causó daños en el portón de una de las viviendas. A pesar de que el responsable respondió por las afectaciones, la comunidad ha manifestado su preocupación por el nivel de irresponsabilidad y peligro que este estanco ha traído a la zona.
Uno de los aspectos que más afecta la calidad de vida de los residentes es el volumen alto de la música proveniente del estanco, especialmente en horas de la noche y la madrugada. El negocio no cuenta con insonorización interna, lo que ha llevado a que los vecinos intenten mediar con el dueño, pero sin llegar a acuerdos satisfactorios.
La comunidad espera que las autoridades regulen este sitio y devuelvan la paz a sus vidas, permitiéndoles dormir tranquilos. Es fundamental que se tomen medidas para garantizar el respeto al espacio público y la convivencia pacífica en esta zona de la ciudad.