La directora del Instituto Municipal de Tránsito y Transporte de Aguachica, Yeliza Polanía, no asistió a la citación hecha por parte del Concejo, la cual se había fijado para el pasado viernes 24 de noviembre, en el cual se pretendía debatir y conocer de primera mano algunas situaciones que han venido presentando en el municipio en materia de movilidad.
La inasistencia de quien encabeza esta dependencia, solo demuestra la falta de compromiso y responsabilidad que se tiene, así como la falta de respeto para con los aguachiquenses quienes son representados por el concejo municipal, en donde solo se pretendía conocer de primera mano temas como el estado de las multas de tránsito, Camabaja, Fotomultas, dinero presuntamente recibido por funcionarios de Tránsito, entre otros que han hecho eco en la ciudadanía en los últimos meses desde que Polanía direcciona al IMTTA.
Es notable que la desidia que emana el alcalde Robinson Manosalva, se ha contagiado a todos los funcionarios públicos de la administración ´Primero Aguachica´ en los últimos meses de mandato, pues es imposible conseguir respuesta alguna en cualquiera de las dependencias y secretarias, dando a entender que su trabajo terminó hace semanas, aunque sus sueldos se seguirán pagando hasta el 31 de diciembre de este año.
si bien se podría entender que la ausencia de Polanía podría deberse a la preparación para el empalme con la nueva alcaldía, es injusto que se presenten este tipo de situaciones que solo demuestran el poco interés y compromiso con el municipio, así como también la negligencia como funcionaria pública para cumplir con este tipo de compromisos que no hacen más que velar por el bienestar de los intereses colectivos de los aguachiquenses.
Es innegable que en la ciudadanía comenzase a surgir desconfianza y ciertos interrogantes a raíz de este suceso, pues sería normal que se considerase que se estuviesen realizando presuntos actos para esconder baches que afecten la imagen del mandato de Manosalva, ante la desaparición de la vista pública de ciertos funcionarios, así como la falta de respuesta o las negativas emitidas a la ciudadanía.
No queda más que esperar que los 35 días restantes del año transcurran sin más atropellos en contra de los aguachiquenses y poder recibir con tranquilidad la entrada del 2024 y con ella la posesión del alcalde electo Víctor Roqueme Quiñones.