En la tarde de ayer, alrededor de las 4 de la tarde, sujetos desconocidos dejaron una bomba abandonada frente a las instalaciones de Postobón en el municipio de Aguachica, ubicado en el sur del departamento del Cesar.
De inmediato, las autoridades acordonaron el lugar y activaron el protocolo de seguridad cerrando todo el perímetro de la calle quinta cercano a la bodega.
El perro antiexplosivos del Ejército fue llamado a la escena y dio positivo para detectar el explosivo. Como Aguachica no cuenta con personal antiexplosivos, las autoridades debieron comunicarse con Bucaramanga y Valledupar para ver de dónde podían enviar personal.
Afortunadamente, una unidad de antiexplosivos del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de Bucaramanga se dirigía de Bosconia a Bucaramanga y en poco tiempo logró llegar al sitio y tomar control de la situación.
Para neutralizar el artefacto explosivo, se elevó un dron cerca de la caja que se encontraba en la puerta de la bodega y uno de los funcionarios del CTI se colocó el traje antiondas. Finalmente, la explosión fue controlada mediante el uso de un disparo con agua para evitar accidentes y reacciones. Se logró la separación y división del explosivo, gracias al uso de un sistema de activación ineléctrico.
El artefacto explosivo improvisado tenía un contenedor en forma cilíndrica y estaba hecho con una botella plástica cubierto con cinta negra que contenía metralla y pólvora artesanal pulverizada de bajo gramaje y un temporisador.
Los funcionarios de antiexplosivos felicitaron el trabajo del perro que, muy bien entrenado, cumplió con su acometido de detectar el explosivo.
Este incidente es preocupante ya que deja en evidencia la peligrosidad de los artefactos explosivos y la necesidad de contar con personal especializado en la neutralización de estos dispositivos en las regiones del país.
Las autoridades seguirán investigando para identificar a los responsables de este acto delictivo y tomar medidas para evitar que se repita en el futuro.
