DESDE EL SUR DE CESAR-15/14: EL VIAJE FINAL DE UN COLOSO DE LAS LETRAS.
Lo podemos gritar a los cuatro vientos, fue nuestro Premio Nobel-l982, viajó a Estocolmo lleno de orgullo de ser colombiano, cuando lo coronaron de gloria por sus obras literarias, especialmente “CIEN AÑOS DE SOLEDAD”, quizás su obra cumbre, allí pronunció el que sin lugar a dudas fue uno de los más bellos discursos escuchados en tan exclusivo paraninfo de los más grandes del Universo en las diversas profesiones humanistas, allí donde se coronan con laureles a los seres humanos que han dejado un legado de su ingenio y su sabiduría para nutrir el intelecto del resto de la humanidad.
Fue acompañado de una delegación conformada por seres humanos de condición humilde, folcloristas y coreógrafos de nuestros pueblos y veredas, maestros hechos a mano, glorias de nuestra música vernácula y el folclor candente de nuestras sabanas y el Caribe entero, se sentía feliz el Nobel con sus entrañables amigos, se veía majestuoso con su muy bien cortado liqui-liqui, acompañado de su esposa y sus hijos, también Ministros y Funcionarios de alto rango de nuestro país y de países vecinos.
Su comportamiento fue ejemplar y mereció el aplauso sostenidos de las Cortes Europeas y Gobiernos del resto del Mundo, estrechó las manos con los Cortesanos existentes y los presidentes, Embajadores e importantes funcionarios de Estados amigos de Colombia que se dignaron acompañarlo, fue una gran fiesta de la Literatura Universal dedicada a nuestra Patria: Colombia
Ya hace algún tiempo, nuestro Premio Nobel: Don Gabriel García Márquez, cuando supo de su Cáncer Linfático, la novedad de salud que lo llevaría a la tumba, hizo con la maestría y el ingenio que lo distinguió siempre una bellísima Carta de despedida que puso a llorar a medio mundo, él era así impredecible, maravilloso, inolvidable…
Ahora solo nos resta venerar su memoria, si nos es posible, imitar su ingenio, perpetuar su obra literaria, seguir su ejemplo de tenacidad y trabajo y por qué no decir que entre el universo de Escritores vivos de nuestra Patria escoger a quien ha de sucederlo en la búsqueda de un nuevo Nobel de Literatura.
Como nos gustaría que el elegido fuera Don William Ospina, uno de los más grandes admiradores del Maestro fallecido y poseedor de una inmensa obra literaria digna de ser reconocida.