De izq. a der., José Fernando Lopesierra, Jacinto Enrique Báez y Diego Rodolfo Báez.
Foto: Rodrigo Sepúlveda – EL TIEMPO
Son pruebas que influirán en la decisión de extraditar a los comerciantes a Estados Unidos.
-“Deme una esperita y nosotros salimos y vamos así, cuadraditos. Vamos cuadrando en cada viaje y le vamos diciendo lo suyo es tanto y lo de cada cuál es tanto”.
-“Sí, ¿pero lo del iva?; ¿pero lo viejo? Usted sabe que lo viejo es lo viejo”.
-“Yo estoy hablando es de lo viejo, porque lo del iva toca esperar; apenas podamos salir vamos cuadrando”.
Esta conversación sobre un viaje de coca y el ‘impuesto’ al dueño de la ruta fue grabada por la Policía y la DEA el año pasado. Es una de las pruebas que tiene a Diego Rodolfo Báez, uno de los ‘duros’ de los Sanandresitos en Bogotá, preso y esperando a que la Corte Suprema decida su extradición a Estados Unidos por narcotráfico.
Al otro lado de la línea estaba uno de los jefes de las nuevas bandas: Arnulfo Sánchez, alias ‘Pablo’, un ex ‘para’ que reincidió y que armó su propio grupo en La Guajira. Fue capturado a finales del año pasado en Bogotá, donde se cree que estaba en negocios con los Báez, y también espera por su extradición.
Las interceptaciones son pieza fundamental del expediente que lleva en EE. UU. una corte en Tampa (Florida), contra Rodolfo Báez y su hermano Jacinto, que esta semana pasaron de poderosos empresarios a capos del narcotráfico.
Los acusan de haber movido al menos 10 toneladas de cocaína en los últimos cuatro años por una ruta que salía de La Guajira y terminaba en Estados Unidos, vía Honduras.
El general César Pinzón, director de la Policía Antinarcóticos, dijo que el ‘Clan Báez’ venía delinquiendo al menos desde el 2007. “Se hacían pasar por comerciantes y por ganaderos”, agregó.
Aunque desde hace varios años había duda sobre la enorme fortuna de los Báez -se calcula que tienen al menos 500 locales en los Sanandresitos y que son accionistas de dos centros comerciales-, solo ahora se logra establecer un vínculo directo con el narcotráfico.
La familia se hizo visible a finales de los 90, cuando compraron bienes de otro clan con historia judicial: los Gaitán Cendales, que en su momento manejaron el narcotráfico en el centro del país. “Antes estaban más ligados al contrabando”, asegura un oficial. El año pasado, por no justificar de dónde sacaron el dinero para pagarlos, les incautaron 467 bienes.
Para los investigadoreres, la aparición de José Fernando Lopesierra, ‘Joche’, hermano del famoso ‘Hombre Marlboro’, fue el factor que los metió de lleno en el narcotráfico. Pero ‘Pablo’ no era el único ex Auc con el que tenían tratos. En el expediente hay llamadas en las que los Báez coordinan embarques de coca de Éder Pedraza, alias ‘Ramón Mojana’, extraditado a finales del año pasado. En una de esas interceptaciones, Diego Báez se compromete con ‘Pablo’ a que ‘Mojana’ va pagarle 200.000 pesos por cada kilo en un embarque de tres toneladas de cocaína que saldría por La Guajira.
